¡Hola! Soy Lulú, y el día de hoy te quiero hablar acerca de los tipos de piel y del cuidado que debemos tener. Lo primero que debemos tomar en cuenta para cuidar nuestra piel y mantenerla saludable y radiante, es que debemos reconocer el tipo de piel que tenemos. La piel de cada uno de nosotros es única y puede clasificarse en diferentes tipos, cada uno con sus propias características y necesidades específicas.
Existen cinco tipos principales de piel: normal, seca, grasa, mixta y sensible. ¿En cuál clasificas tú? Bueno, a continuación, lo podrás identificar…
1. Piel normal:
La piel normal es aquella que es equilibrada. Es decir, que a pesar de producir sebo, grasa y humedad, en general está equilibrada sin ser demasiada grasa o seca en ningún sitio del rostro. El término científico para piel sana o normal es eudérmica.
¿Cómo puedes detectarla?
Si tu piel luce fresca y radiante, sin necesidad de tantos productos, ¡probablemente tengas una piel normal! Además, si tiene una textura aterciopelada, suave y lisa, son signos específicos de una piel sana y radiante.
¿Qué características tienes una piel normal?
Tiene poros finos, buena circulación sanguínea, textura suave y lisa, transparencia uniforme de color rosado, ausencia de impurezas y no es sensible. Sin embargo, a medida que envejecemos, la piel normal, llegará a secarse un poco más.
¿Qué recomendaciones debes tener para este tipo de piel sana?
Independientemente de que poseas una piel sana, debes mantener una hidratación suave, debes usar protección solar diaria y limpieza con productos suaves para mantener el equilibrio de tu piel.
2. Piel seca:
Este tipo de piel produce menos sebo que la piel normal, y como consecuencia carece de los lípidos que necesita para retener humedad y formar un escudo protector, lo que genera deterioro de la función de la barrera. La piel seca o xerosis científicamente, tiene varios grados de intensidad según cada persona que la padece.
¿Qué características tiene una piel seca?
Lo principal es que se ve tirante, áspera y en algunos casos con descamación, necesita ser hidratada constantemente con cremas y productos específicos, si tú tienes estas características muy probablemente tienes piel seca.
¿Qué factores causan una piel seca?
Puede ser causada en primera medida por la genética, seguramente si tus padres o familiares cercanos tienen antecedentes de piel seca, tú también tendrás mayor probabilidad de experimentar este problema. En estos casos, es importante prestar especial atención a la hidratación y cuidado de la piel para mantenerla en las mejores condiciones posibles. Otros factores como el clima seco, el uso de productos químicos agresivos, duchas calientes y dermatitis también hacen que tu piel sea seca.
¿En qué grado de piel seca te encuentras?
Existen varios grados de pieles secas, y es importante que llegues a reconocer en qué grado de resequedad te encuentras para poder ayudar e hidratar a tu piel. Entonces te cuento a detalle:
- Piel ligeramente seca, puede verse tirante, frágil y áspera y tiene un aspecto apagado. La elasticidad cutánea es débil.
- Piel muy seca, tiene descamación, aspecto áspero y en ocasiones parece envejecida, hay sensación de tirantez y a veces picor. También se puede experimentar enrojecimiento e irritación.
- Piel extremadamente seca tiene sensación de aspereza, se evidencian grietas, hay descamación, callosidades y picor. Es más común en adultos mayores o en personas que sufren de dermatitis.
¿Qué recomendaciones debes tener para este tipo de piel seca?
Para este tipo de piel se deben utilizar productos más fuertes y específicos, cremas o tratamientos ricos en ingredientes hidratantes como ácido hialurónico o aceites como: aceite de jojoba, de caléndula o de almendras (pero eso te lo dirá un médico experto). Debes evitar duchas con agua muy caliente (recuerda ahorrar agua) y debes exfoliar suavemente para eliminar las células muertas. No te olvides de usar bloqueador solar y de beber agua para ayudar a la hidratación de la piel.
3. Piel Grasa:
Este tipo de piel produce más sebo que la piel normal, y como consecuencia aparecen imperfecciones y erupciones en la piel. Tiene varios grados de intensidad según cada persona que la padece.
¿Qué características tiene una piel grasa?
La piel grasa se caracteriza por el exceso de sebo y por presentar impurezas, poros agrandados, brillantez, piel engrosada y rojiza. Esta hiperproducción se conoce como seborrea.
¿Qué factores causan una piel grasa?
El primer factor que puede incidir una piel grasa nuevamente es la genética, sin embargo, otros factores como cambios y desequilibrios hormonales, ciertos medicamentos, estrés y cosméticos comedogénicos.
¿En qué grado de piel grasa te encuentras?
- Piel ligeramente grasa: Es generalmente brillante.
- Piel grasa con tendencia acnéica: Esta piel, además de tener grasa, es propensa a desarrollar acné y espinillas con mayor facilidad, aparece un número significativo de comedones (granitos) en la cara y también frecuentemente en el cuello, los hombros, la espalda y el pecho.
- Piel grasa sensible: Una piel grasa que también es sensible, significa que puede reaccionar fácilmente a ciertos productos o factores ambientales.
- Piel extremadamente grasa: Generalmente, parecen pápulas (protuberancias pequeñas sin cabeza blanca o negra visible) y pústulas (protuberancias de tamaño medio con un punto blanco o amarillo perceptible en el centro) y la piel llega a enrojecerse e inflamarse. Hay un brillo excesivo y constante en el rostro a pesar de limpiarla y lavarla.
¿Qué recomendaciones debes tener para este tipo de piel seca?
Limpieza suave y constante pero efectiva, uso de cosméticos oil-free y productos no comedogénicos para no generar más sebo. Mantener los productos de limpieza como toallas, o productos de maquillaje como brochas limpias para no transmitir mugre o impurezas al rostro. Tener cuidado con la alimentación, evitar alimentos muy grasosos como comidas rápidas (Aunque te lo dirá un experto nutricionista).
4. Piel mixta:
Este tipo de piel tiene zonas secas y grasas. Generalmente, la zona T (frente, nariz, barbilla) son zonas grasas, mientras que las mejillas suelen ser secas.
¿Cómo puedes detectarla?
Si tu frente, tu nariz o tu barbilla, o todas juntas están generalmente grasosas, tienen poros agrandados en esta zona, tal vez con algunas impurezas, pero tus mejillas no, probablemente tengas piel mixta.
¿Qué factores causan una piel mixta?
Igual que en otras ocasiones, el primer determinante de una piel mixta es la genética. Sin embargo, factores como los desequilibrios hormonales pueden provocar una mayor producción de sebo en ciertas áreas del rostro, lo que contribuye a la piel mixta, también factores ambientales, como el clima, la humedad y la exposición a agentes externos como el sol o la contaminación pueden afectar la condición de la piel y hacer que sea mixta. El uso de productos inadecuados y el estrés también pueden desencadenar respuestas hormonales que afectan la producción de sebo en la piel.
¿Qué recomendaciones debes tener para este tipo de piel mixta?
Utiliza productos específicos para cada zona, hidratantes ligeros para las áreas secas y productos matificantes para la zona T.
5. Piel sensible:
La piel sensible es un tipo de piel que reacciona de forma exagerada a estímulos externos o internos.
¿Cómo puedes detectarla?
Si tu piel muestra signos de enrojecimiento, picazón, sensación de ardor o irritación cuando sales al sol, cuando te bañas, al utilizar algunos productos, al ir a piscina o varían según tus emociones, lo más probable es que tengas piel sensible.
¿Qué factores causan una piel sensible?
Los factores que generalmente causan piel sensible son Ingredientes irritantes, es decir, con químicos agresivos, fragancias sintéticas o colorantes, cambios climáticos, el contacto con alérgenos como el polen y ácaros, factores emocionales pueden influir en la sensibilidad de la piel.
¿Qué recomendaciones debes tener para este tipo de piel sensible?
Debes utilizar productos hipoalergénicos y libres de fragancias, evita ingredientes irritantes como el alcohol y protege tu piel de factores ambientales como el sol y el frío.
Conclusión:
Conocer tu tipo de piel es esencial para elegir los productos adecuados y mantenerla saludable. Para Lulú, es importante que todos cuidemos y protejamos nuestros rostros, según nuestras necesidades específicas.
La piel es reflejo de nuestra salud general, por lo que merece una atención delicada y especial. Al identificar correctamente tu tipo de piel, podrás optar por una rutina de cuidado personalizada que te ayudará a prevenir problemas y a mantener tu piel en su mejor estado. Recuerda que la constancia en los productos que usas, tu alimentación y tus hábitos en general influyen en tu tipo de piel.